Tuesday, July 28, 2009

El arte de iluminar


La instalación de luz en edificios, fachadas, locales comerciales, restaurantes, viviendas, jardines o rótulos se ha convertido en un trabajo de auténtico diseño y creatividad. Además, las opciones más modernas de iluminación significan un gran ahorro en la factura de electricidad.
Por: Ana Isabel Villela
La palabra clave es LED, que traducido al español significa “diodo emisor de luz” y que no es más que una tarjeta electrónica que a través de la generación de calor emite luz. Y aunque se usan ya desde algún tiempo, por ejemplo, semáforos o en los teléfonos celulares, hasta ahora no habían sido utilizados localmente en grandes edificaciones. “Hace poco terminamos de iluminar el edificio del Banco Industrial de la zona 4 y conseguimos hacer un trabajo muy creativo, el edificio cambia de color según esté programado, y el ahorro en los gastos de luz pasó de Q1500 la noche, a Q100 o Q125”, comenta Kharla Castañeda, Gerente del Departamento de Iluminación de OEG, u Organización Eléctrica Guatemalteca.

Y en la casa el uso de led también puede significar un ahorro impresionante. Por ejemplo, un ojo de buey convencional dura aproximadamente 3 mil horas encendido, mientras que un led puede llegar a las 50 mil, es que trabajan a través de un voltaje muy bajo. “Para usarlo se necesita de un transformador que regule la corriente de electricidad que en Guatemala suele fluctuar mucho, pues los led son muy sensibles y con ello pueden arruinarse. Lo bonito es que se pueden programar para tener más o menos luz según el ambiente, o incluso para poner algún color en determinado lugar”, agrega Castañeda. El costo en un principio es más caro que el de la instalación eléctrica convencional, y de hecho, aunque se puede hacer el cambio a led en viviendas ya terminadas, lo ideal es preverlo desde su diseño en planos. “La inversión se recupera en los primeros 2 años de uso, o sea que a la larga vale la pena”, dice la representante de OEG.

El control de la luz se puede hacer desde una computadora en el caso de edificaciones muy grandes, o través de controles manuales en una residencia o local comercial. Ambos cuentan con una memoria que enciende o apaga las luces según las necesidades del cliente, o las cambia de color. “También se puede reemplazar los ojos de buey por led, y estos se puede incluso ponerse en algunas lámparas, por ejemplo en el mobiliario urbano, y podrían usarse para iluminar monumentos públicos con el valor agregado que se ahorraría mucha electricidad”, concluye Castañeda. La iluminación interior de una oficina también se puede diseñar a base de led después de un estudio detallado de los usos que tendrá cada ambiente de trabajo. De esa manera no sólo se hará el consiguiente ahorro de energía, sino hasta se pueden evitar los dolores de cabeza y cansancio de la vista del personal a causa de la mala luminaria.

Para comunicarse con OEG llame al 2336-8521, visite www.oeg.com.gt o escriba al correo kcastaneda@oeg.com.gt.

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